jueves, 2 de junio de 2011

Y la vida continua ....

                                         (Foto de S.Rey)                         Después del desastre




La vida continua; me ha costado un poco reponerme de todas estas emociones. Ahora hemos vuelto al trabajo, que había quedado abandonado. Marcela vive atemorizada y no negaré que yo también. Hoy más que nunca echo en falta a Pablo, creo que más por cuestiones prácticas que sentimentales. He tenido tiempo para meditar en todo lo que nos está pasando y creo que no debo derramar ni una lágrima más ni por él, ni por nadie.

Por si acaso Santi esperaba otra cosa, después de lo de la otra noche, se lo he aclarado con mucho cariño y un poco de dulzura, pero quiero que sepa con meridiana claridad que podemos repetirlo si ambos queremos (la verdad es que en la cama es bastante bueno y muy generoso) pero que eso no implica compromiso alguno para ambos. No se si se lo ha creído, si lo ha entendido o si se ha alegrado, el caso es que solo me respondió que desea que lo repitamos pronto.

Mi vida ha cambiado demasiado en muy poco tiempo, ya no soy la misma porque he visto cosas que no podía ni imaginar que sucedieran, he comprobado que hay otros mundos y otras entidades que no son precisamente angelicales. Por mucho que lo explique no creo que nadie lo entienda. Yo me lo creo porque lo he visto y lo he sufrido, si no tampoco lo aceptaría. Ahora entro en los sitios mirando a un lado y otro, incluso husmeo en el aire los olores, porque no he olvidado el de esa fiera horrible, si escucho cualquier ruido inesperado el bello se me eriza y el corazón empieza a palpitarme a toda velocidad. No, desde luego no soy la que era, es como si hubiera envejecido de pronto.

Esta mañana ha pasado por la tienda Juanjo del Río. Juanjo es el dueño de la zapatería que está situada frente a mi tienda. Es un hombre ya algo mayor que lleva más de 30 años con su negocio, siempre en el mismo sitio. Venía a interesarse amablemente por nuestro estado y por la situación en que hemos quedado, después de lo sucedido. Se ha ofrecido para cualquier trámite que tengamos que hacer en el Ayuntamiento o la Consejería e incluso en la Asociación de Comerciantes.  Es de agradecer. Me ha hecho muchas preguntas sobre lo sucedido, no he podido hablarle de las cosas que se avecinan, de los vaticinios y avisos de Rolando e Hidalgo, porque yo misma, a pesar de lo visto, no me los creo del todo.

Me he sentido mejor después de ver que aún hay alguien que se preocupa por los demás.

Mi vida es un desastre controlado, menos mal que los niños no se han enterado ni de la mitad de lo sucedido y mi madre anda muy emocionada con su nuevo novio, así que ¿para qué estropearle el momento?.

Esta tarde voy con Cuca, cuando cierre, a una exposición de pintura de un amigo común, Bartolo Strausbert,
que hacía mucho que no venía a Santander y después de la Bienal ha vuelto a sus orígenes. Eramos muy buenos amigos de jóvenes, en el mismo grupo que Pablo, Santi y nosotras. Ya os contaré.

No hay comentarios:

Publicar un comentario