jueves, 14 de abril de 2011

Saludossss Aquí estoy y espero que esta vez sea la buena

Empiezo de nuevo, quiero cambiar de aires y escribir de otras cosas, algunos ya lo sabeis y los demás os iréis enterando poco a poco, espero que sigais fieles como siempre y que hagais vuestros comentarios porque ya sabeis lo que dicen: que un blog no es nada sin los comentarios de los que lo leen.

     

 

Un café con Alicia

Ha estado lloviendo continuamente, el cielo y también el horizonte aparecen como desdibujados porque la niebla lo borra todo. A mi me gusta este tiempo del otoño, cuando aún no hace demasiado frío y llueve pero sin ahogarnos.

Alicia me mira atentamente, sentada allí frente a mi en nuestro café de siempre. De sus ojos ha desaparecido esa telilla difusa de la última vez y aparecen sonrientes y un poco socarrones, como es de rigor, pues los ojos son el espejo del alma .... ¿o era la cara?.

Acabo de contarle que, de vez en cuando, como si fuera un bocado que he de tomar obligatoriamente, me sient delante de la computadora (como la llaman por ahí) y escribo.

-¿Y qué escribes? - me pregunta extrañada.
- Pues no se, cualquier cosa que se me ocurra.
- !Ah! joder y ¿porqué haces éso?
- !Y yo qué se! de pronto me apetece hacerlo y lo hago, sin más.
- ¿Y qué escribes? - vuelve a preguntarme - concretamente qué.
- Pues mira a lo mejor hoy escribo sobre esta conversación tuya y mía de ahora. O puede que se me ocurra decir algo sobre el color de las hojas que caen de los árboles ahora mismo ¿las ves?
- !Ah! pues cuidadín con lo que cuentas de mi, si es que salgo en tus historias.
- Claro, no te preocupes.
- Déjame leer lo que escribes, anda.
- !Ni hablar! Precisamente lo bueno de lo que hago es que no lo lee nadie conocido, así puedo escribir con entera libertad y no me impongo censura alguna.
- Bueno, tienes razón, pero que conste que me quedo con las ganas de saber lo que dices.

Le doy un sorbo a mi café y miro por el ventanal: en el horizonte se divisan unas nubes tan negras que dan miedo. Me paerece que volverá a llover y además con ganas. No me he traído el paraguas, no me gusta nada llevarlo y generalmente me lo dejo por todas partes. Creo que lo voy a echar en falta.

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