He pasado cuando venía a casa por delante de una tienda de Zara, con esta ropa es dificil competir. Esto es bonito y está bien confeccionado y a un precio aceptable. Así que a mi me cuesta tanto.
He tenido un día horrible, lo de la tienda ha sido un caos, la gente está preparando ya las vacaciones y se vuelve loca. Menos mal porque tal y como están las cosas vender un poco es una salvación. Pero algunos clientes son tan pesados que hay días que creo que mi paciencia se acabará de pronto sin poderlo remediar.
Y luego los crios, todos en casa y con el montón de vacaciones que se avecinan, se me ponen los pelos de punta solo de pensarlo. Menos mal que ya están en la cama. Pablo ha llegado cuando ya todo estaba en su sitio y encima cansado, así que he pensado sentarme aqui y hablar conmigo misma un poco.
Me ha pasado algo que nunca creí que me sucedería aunque se habla mucho de ello por el sector: una chica ha entrado al probador con varias prendas y se llevaba una camuflada bajo su ropa cuando se iba. No se como me he dado cuenta, porque ha sido muy rápida, entre Marcela y yo la hemos arrinconado hasta que ha confesado la verdad casi llorando.Casi que me ha dado pena. Han entrado dos mujeres suramericanas que querían unos tops de esos que suelen ponerse algunas de ellas dos tallas más pequeños. Hablaban muy apuradas, sobre todo una que debía ser peruana, de no se qué que ha pasado en su país un ataque a una central térmica, creo que decía, el caso es que ha debido de haber bastantes muertos y algunos detenidos aunque no saben de qué clase son si terroristas, ecologistas o algun otro istas.
Y yo me pregunto cuántos desastres más pueden pasar en el mundo: Japón, Libia, en Africa desde luego no hay rincón que no tenga uno y esta crisis que nos va a matar a todos con tanta preocupación. Bueno, me parece que esto no me gusta, demasiada tristeza, me voy a ver si Pablo aún no se ha dormido y le provoco un poco, aunque .... miedo me da, que ya no quiero más hijos.
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