MARIO: ahora todo esta claro...
Octavio Paz
La calle
Es una calle larga y silenciosa.
Ando en tinieblas y tropiezo y caigo
y me levanto y piso con pies ciegos
las piedras mudas y las hojas secas
y alguien detrás de mí también las pisa:
si me detengo, se detiene;
si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie.
Todo está oscuro y sin salida,
y doy vueltas y vueltas en esquinas
que dan siempre a la calle
donde nadie me espera ni me sigue,
donde yo sigo a un hombre que tropieza
y se levanta y dice al verme: nadie
Ando en tinieblas y tropiezo y caigo
y me levanto y piso con pies ciegos
las piedras mudas y las hojas secas
y alguien detrás de mí también las pisa:
si me detengo, se detiene;
si corro, corre. Vuelvo el rostro: nadie.
Todo está oscuro y sin salida,
y doy vueltas y vueltas en esquinas
que dan siempre a la calle
donde nadie me espera ni me sigue,
donde yo sigo a un hombre que tropieza
y se levanta y dice al verme: nadie
Hola, Blanca, estoy visitando blogs que aparecen como seguidores de otros blogs amigos. De los que visité, éste me pareció muy bueno, voy a quedarme por aquí como seguidor, si me permites.
ResponderEliminarSi tienes ganas (sólo si tienes ganas), te invito a pasar por el mío.
Un saludo desde Argentina.
Humberto.
www.humbertodib.blogspot.com
Este texto de Girondo es simplemente genial. ¡Grande!
ResponderEliminarAsí me lo parece a mi Juan Z.R. y lo mismo diría para los hombres que yo admiro. Gracias por tus palabras
ResponderEliminarEstoy completamente, ese texto de Girondo es impresionante.
ResponderEliminarSaludos, Blanca, tienes buen gusto, voy a seguirte.
(esto, llega por mensajería más tarde) "de acuerdo"
ResponderEliminarQue no lo puse en el texto, jaja, disculpas.