sábado, 7 de mayo de 2011

Hoy no ha sonado el teléfono



He hablado con los niños hace un rato, estaban contentos; han pasado el día con los abuelos y aquella casa es divertida, siempre está llena de hijos y nietos, así que no habrán parado de jugar. Mañana me ha dicho Pablo que irán a Donosti al acuarium a ver los peces, Gema, mi hija estaba toda nerviosa pensando en lo bien que lo pasarán, así que por ese lado todo bien.

He pasado un buen día, se me ha hecho raro despertar y tener todo el tiempo del mundo para mí, así que me he dedicado a darme un buen baño, untarme bien de cremas, arreglar mi pelo y hacerme las uñas. Luego he buscado hasta decidir qué me iba a poner para ir con Santi a Santoña. Me he decidido por un baquero muy ajustado y una camiseta que también se ajusta lo suficiente, con un escote discreto ni poco, ni mucho. A las 11 estaba esperándome a la puerta sentado en el coche, cuando me ha visto ha hecho mención de salir, pero le he parado con un gesto y me he subido rápidamente. En el pueblo había mucha gente, nos hemos dado cuenta de que era porque había un mercadillo de esos donde venden de todo. Me he comprado un bolso precioso, los vendían unos cuantos africanos y son imitaciones de Prada, Herrera y Loewe. No era eso lo que me importaba, pero el bolso era de verdad bonito y me lo he quedado. Santi quería regalármelo, pero le he dado las gracias y lo he pagado yo.

Estábamos comiendo en un sitio muy agradable en el camino de vuelta cuando hemos escuchado, en la mesa de al lado, que comentaban que han desaparecido los cuatro hermanos Stiffan; no se si os acordais que eran gemelos, dos y dos y que son hijos de Stiffan el banquero suizo, forrado y play boy. Los cuatro hermanos son conocidos por su afición a los deportes y por un programa que presentaban en un canal de television en EEUU. Pues hablaban de ellos y decían que habían mandado una llamada con un movil gps. pero no se entendía nada de lo que decían. Total, que no se sabe dónde están y se temen lo peor.



Santi ha estado muy amable todo el día, cuando nos hemos despedido en la puerta de casa ha habido un momento en que parecía que me iba a besar, luego se ha arrepentido. Ha hecho bien porque no me hubiera gustado y a lo mejor no hubiera vuelto a salir con el. Me ha dicho que vendrá mañana y volveremos a comer fuera y luego nos acercaremos a Bilbao para ir al Concierto de la Sinfónica. No se ha olvidado cuánto me gusta la música clásica de siempre.

En la cama he oido las noticias que hablaban de los Stiffan, siguen sin aparecer y ya se temen lo peor. Yo estaba un poco en medio de una ensoñación pensando en la boca de Santi y viendo si recordaba aún cómo besaba. Hacía tanto tiempo de éso. Pero ya se por experiencia que, aunque momentaneamente parezca que sí, una aventura no sepulta en el olvido un amor perdido.

Ha aparecido Friskys, volvió ayer hecho unos zorros, no se dónde habrá andado, seguro que detrás de alguna gata, pero lo cierto es que venía sucio, arañado y como si hubiera pasado un camión sobre él. Se ha metido en su rincón y no ha vuelto a moverse. Si sigue así tendré que llevarle al veterinario. Baco, sin embargo está muy raro y cada vez que alguien se le acerca gruñe como un poseso. Supongo que ya se le pasará. Mejor, así nadie se atreverá a entrar en casa.

Hoy no ha sonado el teléfono.

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