martes, 28 de junio de 2011

De nuevo nos encontramos



El miedo es un sentimiento terriblemente invalidante. Vivimos con miedo y aumenta día a día. Ayer hubo una gran tormenta, el mar se puso negro, como el cielo y las olas azotaban el acantilado. Cogí a cuatro de mis bravas y nos fuimos a inspeccionar los que están en dirección a Santillana. De pronto la galerna empezó a soplar peligrosamente. Los farallones tienen una altura considerable y nosotras trepábamos por las rocas, amarradas con cuerdas las unas a las otras. Queríamos explorar las grutas naturales que el mar ha horadado años y años hasta convertirlas en cavernas profundas. De niños solíamos jugar por allí, sin permiso de nuestros padres, claro.



Comenzó a llover y nos resguardamos en una, granizaba y azotaba el agua abajo bañando con su espuma el aire. Paloma fue la primera en adentrarse en la cueva, estábamos heladas, mojadas y asustadas, a veces el mar se pone tan bravo que cubre parte del acantilado. De pronto un pensamiento heló mi sangre; el olor, aquel olor que yo conocía bien me vino a la nariz y llegó a mi cerebro. No podía moverme, estaba aterrada. Una Monoi andaba cerca. Miré hacia dentro, pero estaba oscuro. No sabía si encender la linterna o no hacerlo y así tentar a la suerte y que no nos viera.

Pero yo era la Jefa y mi obligación era informar de lo que pudiera suceder, así que, temblando como una hoja enfoqué la luz hacia el fondo y allí los vimos: tres enormes huevos moteados, inconfundibles, semejantes al que habíamos destruido en el Pirineo. ¿Qué debía hacer? las demás mujeres querían salir corriendo sin importar el mar bravo, los granizos, los truenos y una posible tormenta eléctrica.

Yo sabía que había que hacer algo y debía ser algo drástico. También sabía las consecuencias de hacerlo. Atraeríamos a la madre. Pero no podía dejar que se multiplicaran más, porque entonces jamás acabaríamos con ellos.





Llevábamos las espadas de los romanos de las procesiones de Semana Santa. No cortaban mucho, pero servían para dar golpes, si era necesario. Ordené que golpearan los cascarones lo más fuerte posible, al poco tiempo se escucharos los primeros gruñidos, que salían de dentro. Se que fui cruel, pero los cubrí con hojarasca que había allí dentro, la prendí fuego y comenzaron a arder. Sus gritos se extendieron por todo el horizonte; nosotras salimos espantadas de allí. El acantilado estaba mojado y resbaladizo, nosotras muertas de miedo. Encarna dio un resbalón y cayó al vacío. La cuerda la sostuvo balanceándose contra las rocas. Intentamos subirla entre las tres, pero pesaba demasiado y parecía que iba a arrastrarnos a todas con ella. Cuando recobró un poco el sentido y vio la situación chilló horrorizada pero empezó a ayudarse con los pies apoyados en las paredes para colaborar con nosotras que arrastrábamos la cuerda.

Hemos llegado sanas y salvas. Encarna ha recibido seis puntos en la frente, pero está bien. Ahora todos miramos hacia el este esperando la llegada de la madre de esos huevos y sabemos cual será su reacción cuando vea que las crías están muertas. Y se repetirán los hechos de Ordesa y el Perdido y esta vez puede que no nos llegue a tiempo la ayuda de nuestro guerrero y salvador.

6 comentarios:

  1. Menudas guerreras estáis hechas...necesitais a un héroe que os coordine y os provea de apoyo logístico... Pues nada Blanca, encantado de que nuestros caminos se crucen, aunque sea entre renglones...Decirte que todavía queda mucho por sentir y tiempo de amar de nuevo...Que eres de una de las zonas más lindas de nuestra geografía y en cuanto pueda volveré a visitarla...besos grandes.

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  2. Intrepidas guerreras.
    Saludos Blanca.

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  3. Muchas gracias Angel por tu comentario. Sin duda siempre es tiempo de amar, yo creo que si hay algún sentido a la vida es el de aprender a amar de una manera limpia y desisteresada.

    Sí, mi tierra me parece hermosa. Lo es. Me alegro que la conozcas.

    Un saludo y vuelve pronto.

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  4. Hola Sam ¿te das cuenta que lo mismo valemos para un roto como para un descosido jaja ... Gracias por tus visitas.

    Un besote.

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  5. Uf! Estaba sufriendo hasta el final del relato...

    Un saludo

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  6. Me encanta este relato... esta genial!! :)
    visita mi blog y dame tu opinio... si no te importa seeguirme no estaria mal ^^

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