lunes, 11 de julio de 2011

De nuevo en marcha


Iba a escribir: Pablo se ha ido ... pero no quiero empezar hablando de él. El caso es que es cierto, se ha ido a S a buscar a mi madre y su pareja. Me ha llamado desde T, unos kilómetros antes de llegar y lo que me ha contado es demoledor. En la tranquilidad que respiramos aquí no nos damos cuenta de los peligros que nos rodean. Bueno, no estamos tan tranquilos, ayer tuvimos que detener una pelea entre dos hombres que discutían por una mujer. Ella los veía golpearse con un aire arrogante y feliz, pero los hombres son necesarios para cosas más serias que los celos de amantes, así que les hemos separado y a les hemos advertido a los tres de que si vuelven a repetirse estos hechos tendrán que salir de la zona y protegerse por si mismos en otro lugar.

Tenemos una buena remesa de pescado fresco guardado en los grandes frigoríficos de la Universidad y Santi ha observado que muchos se han trasladado a vivir a los yates y barcos como lugar más seguro. Parece que, de momento, en el mar se mantiene la calma y además en caso de necesidad pueden pescar para comer. Lo demás es una selva. Hay grupos merodeando por todos lados a la búsqueda de comida y otros enseres, se esconden en los lugares más extraños, sobre todo en los edificios grandes y seguros, viven en grupos y creo que siempre hay peleas e incluso muertos.

He enseñado a Santi el aviso de Hidalgocinis y su petición de que volvamos a P en busca de no se que piedra o algo similar que debe de seguir en el craneo del Monoi que matamos antes de venirnos a C. Lo primero que me ha dicho es que debe de estar definitivamente loco si pretende que volvamos a aquel infierno, luego, ante mis explicaciones de que confío en las predicciones de ese hombre extraño y que debiéramos obedecerle y ante mi decisión de ir aunque fuera sola, se ha ofrecido a acompañarme.


Salimos mañana, ya hemos avisado a todo el mundo, hemos dejado al mando a dos de los hombres más decididos y cuando vuelva Pablo, él será quien se encargue hasta que volvamos. Los niños no quieren que me vaya, le he pedido a Adrián que se haga cargo de ellos y los cuide, el ya es un hombrecito. Tengo mucha pena por dejarlos, menos mal que vendrá mi madre y al menos ella suplirá a sus padres, siempre por ahí de aventuras.

No nos llevamos apenas nada aunque no sabemos cuánto tardaremos en llegar y resolver el asunto. Tenemos que subir hacia el Perdido pues allí, cerca de la cueva con los huevos, fue donde apareció el Monoi y donde lo matamos. Las armas, mi espadón de los romanos ahora bien afilado y brillante, la pequeña motosierra de Santi, una escopeta de cañones recortados que dispara muchos tiros rápidamente y algunas provisiones para comer en el camino. Y poca ropa, la justa por si perdemos la puesta en el camino. 

De como acaba todo os hablaré a la vuelta, si es que volvemos. Si este blog queda bloqueado de pronto, será que hemos perdido la vida por el camino, que dios no lo quiera. Por si acaso me despido de todos vosotros. No dejeis de luchar para conseguir un mundo mejor. El Rey tiene ya el camino preparado para venir a su nuevo reino, sus edterran lo han preparado a conciencia, tendremos que darnos prisa si no queremos caer en su poder.

2 comentarios:

  1. Por Dios, Blanca, ten mucho cuidado!! Estaré pensando en ti, créeme. Abrazos.

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  2. Eso, Blanca, lo que dice Rebeca, que tengas cuidado, que te queremos de vuelta. Besitos.

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