jueves, 7 de julio de 2011

El reencuentro


Tuve que ir a Santander a buscar a Pablo al aeropuerto, como es pequeño aún conserva su única pista en unas condiciones aceptables, él llegaba en un helicóptero medio agujereado, cargado de ametralladoras apuntando hacia todas partes y según dejó a Pablo en el suelo, se alejó a toda velocidad rumbo a no se sabe dónde. Cuando le vi bajar por la escalerilla me dio un vuelco el corazón, no parecía él. Ha envejecido veinte años. está sumamente delgado y tiene las manos huesudas y los ojos tristes. Intentó besarme en la boca, al verme. Aparté la cara al agacharme a recoger su petate.No había ninguna emoción en mí, como no fuera de piedad al ver su aspecto. Por el camino de vuelta me contó algo de lo que había hecho en este tiempo. El mundo se descompone, me dijo, las fuerzas del mal andan sueltas y aún no hemos encontrado la manera de dominarlas, salvo algunos elegidos que poseen el don. Ha tenido que viajar mucho en pos de alguien que tiene esos poderes, hasta que se dio cuenta de que lo estaban utilizando para poder capturarlo y posiblemente hacerlo desaparecer. Hay traidores entre nosotros, gente que se ha vendido al infierno, por miedo o simplemente para salvarse. Me sentí extraña hablando con él mientras conducía, como si fueramos dos buenos amigos que vuelven a verse.

- Me queda poco, Blanca, no se cuanto y quería verte por última vez y tal vez pasar lo que me quede a tu lado.
- No digas tonterías Pablo, todo irá bien ahora que puedes descansar y estar tranquilo.
- No, nena, estoy contaminado, envenenado. No quiero hablar más de esto, si no te parece mal. No quisiera preocuparos sin necesidad, pero las fuerzas del mal son muy poderosas y trabajan incesantemente para preparar la venida del Rey. Hay que buscar la forma de cerrar la puerta ...

Hablaba entrecortádamente y como para sí, así que pensé que desvariaba. No ha querido venir a casa y se ha quedado en la Universidad con los demás. Le he contado a Santi todo lo que me ha dicho y entonces ha asegurado que debe ser cierto lo que dice, porque por los blogs de los amigos se habla de cosas semejantes a Rebeca Goiri Está en Bilbao y allí las cosas van muy mal, si quereis saber cómo de mal, entrar a su blog. Tambien Hidalgo cuenta cosas terribles en el suyo, relacionadas totalmente con las de Rebeca. Además el nos pide ayuda con hombres o mujeres decididas y que tengan cualquier clase de arma.

Santi y sus hombres están dispuestos, Pablo me ha dicho que, a pesar de su enfermedad o quizá por ella, también irá, prefiere morir en la batalla que sentado en una butaca. Yo debo decidir si me quedo con la gente de aquí, a la que hay que proteger también, o me voy con ellos. Tengo que pensarlo despacio, porque si algo sucediera no querría dejar a mis hijos sin padres. Creo que lo más sensato sería irnos al pueblo de Pilar Lacuesta, donde, según ella dice en su blog, todo transcurre con tranquilidad, van a la piscina, se ponen morenas y espantan pajarracos con agua bendita. Debe ser que ese sitio está protegido por una clase de poder invisible que no tiene el resto del mundo. Habría que ir allí a investigar de qué se trata.

4 comentarios:

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  2. Hola, Blanca: que ya lo dije una vez, que estáis todos invitados a venir aquí a veranear o a lo que sea.
    Besitos.

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  3. No me lo digas dos veces, Pilar, que me voy yo sola y nos vamos las tres a bailar a la plaza del pueblo, a lo agarrado. Y hago como Rosa Benito, que me emancipo jajaja. Por dios, hablar de estas cosas hace que me olvide de las calamidades mundiales.

    Besitos.

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  4. Ganas no me faltan, desde luego. Saludos y tened mucho cuidado, ¿eh?

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