Aclaración que confunde más

Nunca he hablado del trabajo de Pablo y hoy tampoco voy a hacerlo, bastará conque os diga que es funcionario y que trabaja en nuestra Comunidad como enlace con el gobierno central. Ayer cenamos juntos; aún duele verle tan cerca y a la vez tan lejos. Le comenté con más detalle lo de las llamadas y pude darme cuenta que se ponía muy nervioso. Me ha aconsejado, exigido más bien diría yo, que tenga cuidado, que cierre bien la casa siempre y que ponga a los niños a dormir en el piso más alto de la casa y que si vuelven a llamar diga que él no estaba y que no volvieran a llamar más y sobre todo que no les de conversación, ni responda a ninguna pregunta que puedan hacerme. Como he insistido mucho, incluso le he gritado que tengo derecho a saber que pasa, puesto que nos afecta a los niños y a mí, me ha prometido que me dirá todo cuando pueda, que ahora era absolutamente imposible.

Me he ido muy enfadada porque no entiendo nada y porque me está entrando miedo. Lo que me ha dicho más que tranquilizarme lo que ha hecho es asustarme más.


He ido a ver qué cuenta ese señor que me da yuyu, el tal Hidalgocinis, a ver si contaba alguna de sus historias, porque cada vez que me visita aquí me pone los pelos de punta. Pues no, parece que está tranquilito de momento. Sin embargo mi amiga aragonesa se va de viaje al pueblo con la amiga que vive con ella.

Y de momento esto es todo, porque lo demás tiene que ver con mi trabajo y ya hablaré tambien de Santi y sus visitas cuando menos lo espero, por la tienda.