miércoles, 18 de mayo de 2011

No hay dos sin tres



Hoy he vuelto a la tienda y entonces me he enterado: hubo heridos después de la catástrofe y ayer murieron tres de ellos, dos eran comerciantes y el otro un vecino de la zona. Por la calle corría la noticia y todos estábamos consternados y bastante incrédulos. Sobre las once han colocado unos cuantos carteles anunciando que iban a hacer un funeral conjunto en la Catedral a la una, así que he ido. Había muchísima gente y algunos representantes políticos. La comidilla general era que ya se había hecho las autopsias a los fallecidos e iban a comunicárselo a los familiares. Nadie se explica que ha podido pasar, pero desde luego ha sido muy grave, ya que parece que ha habido algunos muertos más en otras zonas. El dean de la Catedral ha dado una homilía un tanto incomprensible, muchas palabras y oraciones pero sin sentido en algunas ocasiones, como si no pudiera o no quisiera explicar lo que había sucedido a aquellos pobres hombres.

Así que todo se ha vuelto triste en la ciudad, no se habla de otra cosa y aún esperamos que algún mandatario asome la cara por los medios y nos de una explicación plausible de lo que ha pasado. Pero como estamos en elecciones supongo que no querrán verse mezclados en el asunto y menos no saber cómo explicarlo.

Suelen decir que no hay dos sin tres; esta tarde a primera hora ha venido Cuca a casa (aún no podemos abrir la tienda) y mientras nos tomábamos un café me ha dicho que tiene cáncer de mama. Me he quedado petrificada, es lo último que me esperaba oir y además admiro la sencillez con la que me lo ha dicho. Ha ido al ginecólogo y le mandó hacer una mamografía y otras pruebas y ha resultado así. Tienen que operarla y entonces se verá qué hay escondido detras de un pequeño bulto que, aparentemente, no tiene mal aspecto. Nos hemos abrazado y entonces me he dado cuenta de que Cuca temblaba como una hoja y escuchando mis palabras, esas que siempre se dicen como: no será nada, seguro que lo han cogido a tiempo y bla, bla
se ha echado a llorar desconsoladamente.

Estoy muy triste y cansada, miro a mi alrededor y parece que todo se desmorona, a veces me parece todo un sueño, pero se que no es así porque hay demasiado sitio en mi cama, hemos visto cómo algo destruía nuestras vidas sin saber qué es y ahora veo a mi mejor amiga luchando contra el miedo a la peor de las enfermedades.

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