He cambiado la imagen de mi avatar, he pensado que la que tenía valía para el comienzo de este blog, pero las cosas y el mundo han cambiado tanto que ahora me parece poco seria. La he sustituido por esa que veis, la cara de una mujer envuelta en un halo de serenidad.
Sin embargo yo no estoy serena sino más bien nerviosa y preocupada. He mejorado un poco de mi malestar, la fiebre ha bajado mucho y me siento más fuerte, pero seguimos en la cueva, esperando mi total mejoría y esperando nuevas órdenes de Rolando para continuar la marcha hacia nuestra meta.
Como os decía, Pablo trajo a un grupo de gente y a la mujer que viajaba con ellos y que tenía una herida en un pie. Joaquín y él se pusieron manos a la obra para atenderla a ella y los demás; se han quedado aquí y luego marcharemos todos juntos, pensamos que siempre será mejor cuantos más seamos. La mujer es muy hermosa, tiene un cuerpo fibroso y cuidado que la proporciona una imagen ágil y fuerte. Y además tiene una sonrisa agradable y unos labios gruesos y jugosos. Quizá son imaginaciones mías, pero desde que han llegado, los hombres están nerviosos y diría que excitados.
Hoy hemos decidido explorar la cueva en la que nos refugiamos, nos ha parecido escuchar ruidos al fondo y pensamos que tal vez haya un pequeño arroyuelo de agua potable, lo que nos vendría muy bien. La primera parte es espaciosa, pero luego se vuelve angosta y hemos tenido que bajar por unas rampas pronunciadas y escarpadas y además resbaladizas por la humedad. Parece que nos dirigimos al infierno. Bajamos y bajamos cada vez más, nos iluminamos con unas pequeñas teas que los hombres han improvisado y a medida que nos vamos internando por los pasadizos notamos que la temperatura sube hasta olvidarnos del fresco del exterior. Voy detrás con la mujer que dice llamarse Ingrid. Las dos caminamos con alguna dificultad, los demás van a una cierta velocidad deseando encontrar algo que nos ayude en nuestro empeño, sobre todo saber de donde provienen esos ruidos nocturnos.
Iba distraída pensando en las palabras de andy escritas en mi blog sobre la intuición y yo intuía que algo iba a pasar, creo que mi esfera crea en mi sensaciones que antes no sentía y me advierte de algunos peligros y de la proximidad de los Monoi o cualquier otro bicho de los que pululan por la tierra. Por eso no he podido defenderme, una mano nervuda me ha tomado por la cintura y súbitamente me ha arrancado del camino; alguien se reía como lo haría una hiena en mi mismo oído, iba a gritar cuando otra mano me ha tapado la boca para impedírmelo. Luego, agarrados hemos rodado por un terraplén de arena hasta detenernos en un montón de helechos y hierbas secas …..
Sorprendentemente lo que he visto al llegar allí es algo similar a lo que veis en la imagen de arriba.
Señorita Blanca, por favor, responda.
ResponderEliminarSi está bien, por favor, responda.
Enviar a alguien en su ayuda supone desunirnos, pero lo haremos si no nos responde.