lunes, 25 de julio de 2011

Encuentro inesperado que a Blanca le preocupa


 Estoy enferma, hemos tenido que buscar un refugio y detenernos durante estos días porque necesitaba descansar y tratar de reponerme. Menos mal que gente que marchaba hacia el sur por la misma ruta que nosotros nos han informado de que la batalla aún ha de esperar un poco.

No se cual es la razón de mi malestar, hemos analizado todo lo que hemos comido y bebido y nada nos ha indicado que fuera a causa de ello. Pablo, después de pensarlo mucho, me ha dicho que pudiera ser a causa de la esfera que llevo continuamente cargada en mi mochila a mi espalda. A lo mejor tiene razón, siento extrañas sensaciones que me desconciertan, puedo saber, sin causa aparente, cuando se acerca el peligro o hay un Monoi cerca. Lo pudimos comprobar cuando encontramos la pista de uno hace unos días en medio de la soledad de la carretera. Huimos despavoridos porque ya sabemos lo dificil que es deshacerse de ellos y no deseamos que nadie muera antes de la gran batalla.

Pablo me ha dicho que Rebeca Goyri  y su grupo han entrado en una dimensión nueva, en una especie de paraíso en el que habita la Madre, debe de ser la diosa de la tierra, la que cuida de que no muera, de que siga creciendo y procreando. De hecho la misma Rebeca ha amanecido con una fuerza renovada al amor de Enrique, su hombre.

Envidio esa suerte, porque en mi corazón solo reina la pena por la ausencia de Santi y no puedo pensar en nadie más. Y sobre todo por la paz que reina, al parecer en ese lugar en el que ahora se encuentra. Nuestro camino ha sido accidentado y difícil, no me encuentro bien, siento extrañas sensaciones, algo que me avisa del peligro.


Hoy que estoy un poco  mejor, he entrado en el blog de Pilar Lacuesta y leo que anda resacosa; otra que tal baila, ha ligado con un motero, rico, rico y que además la invita a chinchón. Incluso Rosario, tan modosita ella, anda escondiéndose no se sabe dónde ni con quién. Bueno, me alegro por ellas, porque el mundo se ha puesto muy dificil y es bueno divertirse un poco, sobre todo antes de una batalla de la que no sabemos si saldremos con vida.

Estamos escondidos en un lugar magnífico. Hemos dejado nuestro coche en un paraje muy solitario y después de cargar las mochilas con lo necesario, nos refugiamos en una preciosa cueva que en otros tiempo, debió ser un monasterio o algo así porque hay pinturas rupestres en ella de caracter religioso. Desde aquí dominamos todo el espacio por el que alguien pudiera atacarnos. Pablo acaba de regresar y no viene solo. Ha bajado a vigilar si el 4x4 sigue en su lugar y se ha tropezado con un grupo que se dirige, como nosotros, hacia Despeñaperros. Estaban agotados y con una de sus mujeres herida en un pie. Pablo es así, lo primero la solidaridad. Por eso han venido. Nada más verlos se que algo no va a ir bien a partir de ahora. Esa nueva percepción que siento ahora, me avisa de que algo sucederá con alguien de este grupo que no será bueno, al menos para mi.

!Ah! una buena noticia es que Brau piensa que necesitamos un sensitivo en nuestro gurpo, para que las cosas sean menos difíciles. Ha prometido conseguirnos uno y mientras tanto, él mismo se encargará de guiarnos. 







Estas imágenes que dejo aquí son para Pilar y Rebeca, son trajes para guerreras, algunos son para días normales y otros para días calurosos. Podeis elegir los que más os gusten.

2 comentarios:

  1. ¡Ey Blanca!
    Si no lo ves claro, no te arriesgues. La intuición es la mitad de nuestra fuerza en toda esta mierda.
    Cuídate mucho.
    ¡Estamos cerca!

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  2. Hola, Blanca: Rosario y yo hemos estado de turismo haciendo la ruta de don Quijote y ya vamos para allá. Muy bonitos los vestidos. Besitos.

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