viernes, 19 de agosto de 2011
Cada vez más lejos
Por fin hemos recuperado nuestras líneas de comunicación protegidas. Hoy hemos recibido las claves para acceder a ellas y vuelvo aquí para seguir contando nuestra aventura, sí, porque parece que todo esto aún no se acaba.
En las reuniones que hemos mantenido para reorganizarnos Radar me ha informado que, debido a mi comportamiento estos días pasados, cree que debo tener algún poder que desconocíamos, algo verdaderamente fuerte que se apodera de mí en determinadas situaciones y que debo cuidar mucho cómo lo utilizo, ya que no sabemos aún si puede tener alguna consecuencia negativa para mí. En otro tiempo me hubiera asustado ante tal responsabilidad, ahora me siento fuerte y segura y creo que sabré como utilizar este don que se me ha concedido en el reino de Asad, cuando lo visité después de mi muerte.
Hemos recibido nuevas órdenes, cambiamos de estrategia y de lugar de encuentro. Debemos zarpar hacia Menorca, tenemos que organizar una buena defensa porque el Rey llega a esta dimensión, al parecer por ese lugar. Nos han dividido en grupos y en el mío viajaremos Pilar, Rosario, Grecia, algunos soldados, moteros, de la mano vacía y regulares, no digo cuántos por si aún quedan traidores por aquí cerca. Creo que nunca he hablado de Grecia, ella no necesita ordenador, tiene una vieja libreta y en ella guardaba anotados todos los nombres de nuestros camaradas con nuiz, es una mujer extraordinaria, con un carisma que atrae a todo el mundo; me alegro mucho de que venga con nosotros en este nuevo viaje porque nos será de gran ayuda. Tengo entendido que también nos acompaña la familia Ruiz Mateos, espero que no sea al completo, porque serían demasiados Ruiz Mateos para mí. No se cómo se han animado a meterse en esta aventura peligrosa, quizá hayan pensado que hay algún negocio que puedan hacer allí, alguna fábrica de natillas, o algo así. El caso es que vienen. Nos han comprado, al menos casi porque Ruiz Mateos ha puesto el barco y nosotros les dejamos vivir la aventura.
Pilar dice que deberíamos bajar hacia la costa de Cádiz y acercarnos a Puerto Sherry, un lugar discreto para embarcarnos y el punto más cercano desde aquí a nuestro destino. Apenas recuerdo Puerto Sherry y lo que me viene a la memoria es un lugar triste, lleno de casitas a medio hacer; obras abandonadas apenas empezadas y medio ruinosas. Puede que eso cambiara en algún momento y puede que nuestra guerra haya llegado hasta aquí y que sean ruinas lo que encontremos. Grecia y Rosario se han encargado de aparejar el barco, no somos demasiados pero necesitamos espacio para las personas y nuestro cargamento de supervivencia. Parece que un hombre guarda los barcos en el puerto deportivo, el nos quería alquilar uno, el precio había que pagarlo en víveres y algunas prendas de primera necesidad, al parecer todo está arrasado por esta parte también. Por supuesto el velero no era suyo, ahora todo anda revuelto. Pero ya teníamos barco y es uno similar al que os muestro en la imagen.
Hemos discutido un poco sobre quién está preparado para tomar el mando en el barco, parece que hay varios voluntarios, Jose María se ha ofrecido muy sonriente, pero la verdad yo no me fiaría mucho de su pericia. Aún no hemos tomado una decisión y sin embargo ya estamos embarcando.
Me alejo, me alejo más y más de mis hijos y ahora de nuevo de Joaquín y de toda esperanza. Rebeca ha sido castigada ¿? Devolviéndola al Norte, cerca de su familia. Yo me alejo más y más de la mía y aunque se que todos están bien, dentro de lo que cabe; les echo mucho en falta. He discutido con Hidalgo para que Joaquín pudiera venir en mi grupo, pero ni él, ni Rodrigo, ni los demás lo han considerado oportuno. Necesitamos repartirnos y son muchos los grupos a los que guiar. El irá en otro, lejos de mí.
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